Misioneros de María

«Vayan por todo el mundo y anuncien el Evangelio»    (Mc. 16, 15)

Testimonios

“El Rosario cambió mi manera de ver la vida. Con ayuda de María y la oración del Rosario pude recuperar mi familia que estaba dividida y recibir muchas bendiciones para mis hijos. María me llevó a Jesús. Hoy soy una persona con las mismas dificultades de siempre, pero feliz porque estoy bien cerca de Jesús y de María con quienes puedo superar cualquier obstáculo”

“Mi fe estaba en una etapa preescolar… iba a Misa los domingos, recibí los sacramentos durante mi la infancia, pero en la adolescencia me aparté mucho. Luego de una invitación de una amiga a la parroquia María Reina, escucée al sacerdote diciendo que rezaba el Rosario todos los días. Así comencé, y me di cuenta que no solo era posible, sino que era mucho más fácil de lo que jamás imaginé. María me fue guiando, mi fe siguió creciendo con esta oración»

“Manejando por la rambla en Montevideo en el verano, vi un grupo de personas muy grande con velas al atardecer y me llamó mucho la atención. Al año siguiente fui al Gran Rosario de Bendiciones y aprendí sobre la oración del Rosario. El Rosario me trae paz, ¡mucha paz! El Rosario trae armonía a mi vida.»

“Rezo el Rosario donde puedo, trato de siempre tener un altar chico en mi casa, una imagen de María y una Cruz. Me siento enfrente y rezo el Rosario diariamente. Cuando rezo el Rosario traigo a mucha gente a mi corazón e intercedo por ellos.»

¿Qué hace un misionero del Gran Rosario de Bendiciones?

“Quien quiera ser el primero que se haga sirviente de todos. Porque el Hijo del Hombre no ha venido para ser servido, sino para servir” Mc 10, 44-45

Un misionero de María está dispuesto a ayudar a toda persona que lo necesite. Guía a quienes se acercan por primera vez, está siempre en oración, promueve el silencio y sirve con alegría.

Es ALEGRE e intenta estar siempre con una sonrisa sincera para que quienes se acerquen, puedan experimentarse recibidos por María con alegría.

Es HUMILDE, como María: «Yo soy la servidora del Señor».

Es DÓCIL, pueden surgir imprevistos y
debemos estar prontos para ayudar en lo que se nos pida, con alegría y prontitud. Es fundamental estar atentos a lo que sucede alrededor.

Para más detalle accedé al Manual del Misionero a continuación.

Manual del Misionero: ora et labora

¿Querés ser misionero?

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(..¿Qué impulsa a un voluntario a dedicar su vida a los demás? Ante todo, el ímpetu innato del corazón, que estimula a todo ser humano a ayudar a sus semejantes. (…) El voluntariado enseña que la criatura humana solo se realiza plenamente a sí misma si ama y se entrega a los demás.

- San Juan Pablo II

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