Cada 8 de diciembre se celebra en la Iglesia la Fiesta de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. El Papa Pio IX ha sintetizado el motivo de esta celebración en la siguiente frase: “La bienaventurada Virgen María fue preservada de toda mancha de pecado original desde el primer instante de su concepción por singular gracia”.
Es un día para reconocer en María a la concebida sin pecado original, libre de todo mal, a la llena de gracia, a la mujer purísima, a la Madre de Dios. Ella fue quien supo abrazar la voluntad de Dios con alegría, humildad y docilidad. Y ella es también quien pisa la cabeza de la serpiente y derrota el mal.
La Inmaculada quiere abrazarnos para llevarnos a una vida santa, para llevarnos a Jesús. San Luis María Grignion de Montfort asegura: “María es el camino más seguro, el más corto y el más perfecto para ir a Jesús”.
En el Día de la Inmaculada Concepción volvamos a María a través del Rosario. Ella quiere a todos sus hijos cerca de su Inmaculado Corazón, ¡y eso es el Rosario! Todos los días rezamos el Rosario en comunidad en nuestras redes sociales a las 15hs.
También podés recitar oraciones como el Ángelus o jaculatorias, hacer una consagración, tener una imagen presente, ofrecerle pequeños sacrificios… Hay muchas formas de rezarle a la Virgen María, pero tenemos la certeza de que ella siempre recibe nuestras oraciones, en todo momento y a toda hora.
Oh, Inmaculada Concepción, ruega por nosotros.