Sobre nosotros

Una comunidad de laicos al servicio de la Evangelización

Historia del Gran Rosario

Nuestra vocación es colaborar con la unidad de la familia que es la Iglesia y en sus distintos carismas nos unimos todos bajo el manto de María.

El comienzo

El Espíritu Santo inspiró a que, un cuarto sábado de enero, un grupo de laicos, dos sacerdotes y la comunidad de la Medalla Milagrosa se reunieran, y como un encuentro de la sociedad, rezaran juntos el Santo Rosario en un espacio público de Montevideo.

 

 

 

 

 

El crecimiento

Año a año, la Virgen ha ido llamando a sus hijos, hasta llegar a congregar un cuarto sábado de enero a más de 20.000 personas en Montevideo.

Sin embargo, este llamado no es dirigido únicamente a personas de Montevideo. Todos los años nos acompañan personas de distintos puntos del interior y exterior del país.

No es un encuentro solo para católicos ya que María llama al mundo entero a unirse en oración por la familia.

Además de la organización del Rosario todos los años, en el 2011 colaboramos con la organización del Rosario peregrino por el interior del Uruguay; en el 2017 fuimos parte de la organización de la Consagración de Montevideo a María. En el 2019 colaboramos con la organización de la Fiesta de Corpus Christi de Montevideo. En el 2021 fuimos parte del equipo organizador de la Fiesta de la Divina Misericordia.

 

La actualidad

El Gran Rosario de Bendiciones para la Familia es un apostolado donde laicos trabajan al servicio de la Iglesia.

Sabemos que hoy en día la familia está siendo muy atacada y que el Rosario es una de las grandes armas que tenemos para cuidar y proteger a nuestra sociedad.

Por eso, todos los cuartos sábados de enero, llevamos a cabo el Gran Rosario de Bendiciones para la Familia en la Rambla de Montevideo, donde se reúnen miles de personas para rezar unidos.

Por otro lado, desde el 19 de marzo del 2020, con el inicio de la pandemia, comenzamos a rezar la Coronilla de la Divina Misericordia y el Santo Rosario todos los días a través de nuestras redes, como respuesta al pedido de María de rezar el Rosario todos los días.

Nuestro llamado

Trabajamos hoy por esta misión con visión de eternidad, con humildad y entrega. Nuestra actitud como misioneros de María es el servicio en oración.

Debemos preparar nuestro corazón todo el año para recibir a nuestros hermanos como lo haría nuestra Madre.

Llevar el pañuelo ese día, nos compromete a servir a Cristo en los demás, misionando con alegría, humildad y docilidad.

Es fundamental que cada misionero comprenda y viva el Manual del Misionero.

¿Hacia dónde vamos?

El Rosario de Bendiciones para la Familia va a continuar trabajando por la unión de la Iglesia -con sus diferentes carismas- con el rezo del Santo Rosario, caminando juntos hacia Jesús, de la mano de María.

El Santo Rosario es el arma de estos tiempos para nuestra salvación.

Caminamos sin fin hacia donde y hasta cuando Dios quiera.

Queremos trabajar con

Z

Amor

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Oración

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Humildad

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Servicio

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Unidad

Obispo
rosarios en alto

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