Al morir en la cruz y dar la vida por amor a nosotros, Jesús nos salva. Su sangre derramada es poderosa y venció a la muerte, y en ello al mal, al pecado y al mundo.
La Iglesia entera durante Julio celebra el mes de la Preciosa Sangre de Nuestro Señor, sobre la cual podemos hacer 5 confesiones:
- “Por la sangre de Jesús he sido redimido del poder del enemigo”
- “Por la sangre de Jesús todos mis pecados han sido perdonados”
- “Por la sangre de Jesús soy permanentemente limpiado del pecado”
- “Por la sangre de Jesús soy justificado”
- “Por la sangre de Jesús soy santificado”
Por la sangre de Jesús todos somos redimidos, perdonados, limpiados, justificados y santificados. Esta es la promesa de amor y gracia que nos da Jesús, recordándonos constantemente que Su sacrificio redentor nos da vida eterna.