San Luis de Monfort describe la verdadera devoción a la Santísima Virgen.
El “Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen» (VD) de San Luis María Grignón de Montfort, propone un método de consagración a Jesús por medio de la Virgen María, y ha sido adoptado por grandes santos como los papas San Juan Pablo II y San Pío X.
“Por esta devoción entregas a Jesucristo, de la manera más perfecta –puesto que lo entregas por manos de María–, todo cuanto le puedes dar y mucho más que por las demás devociones, por las cuales le entregas solamente parte de tu tiempo, de tus buenas obras, satisfacciones y mortificaciones. Por esta consagración le entregas y consagras todo, hasta el derecho de disponer de tus bienes interiores y satisfacciones que cada día puedes ganar por tus buenas obras, lo cual no se hace ni siquiera en las órdenes o institutos religiosos”.
(VD 123)
Podemos destacar, según este magnífico Tratado, que la verdadera devoción a la Santísima Virgen es interior, tierna, santa, constante, desinteresada.
Interior, porque procede del espíritu y del corazón, de la estima que se tiene de Ella. Tierna, en el sentido que es llena de confianza como la de un niño en manos de su madre. Santa porque te llena de deseos de evitar el pecado e imitar sus virtudes. Constante y desinteresada, porque te aleja de lo pura y superficialmente mundano, y siempre te inspirará no buscarte a ti mismo, sino siempre buscar a Dios.
¿Cómo practicarla? Dejamos algunos consejos prácticos extraídos del libro, que pueden ser muy útiles:
- Honrarla como digna Madre de Dios y conocerla más a través del rezo del Rosario.
- Meditar y contemplar las virtudes y acciones de Jesús.
- Ofrecerle actos de amor, alabanza y acción de gracias.
- Ofrecerse y unirse a Ella.
- Rezar el Santo Rosario.
- Cantar en su honor.
- Consagrarse a Ella.
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